domingo, 12 de abril de 2015

LA ESCRITURA EN PRIMER GRADO





La escritura es un sistema de signos gráficos plasmados sobre un papel que representan algo. Se compone de palabras y éstas, a su vez, de letras. 



Para la enseñanza del español a partir de las prácticas sociales del lenguaje, la escritura debe tener un propósito determinado mediante actividades socialmente relevantes para los alumnos, es decir el alumno a través de la escritura le debe permitir comunicarse con los demás.

     
Las prácticas sociales del lenguaje requieren múltiples oportunidades para hacer contacto con otros, cada proyecto y cada competencia que se desarrolla equivale a una habilidad que no se puede enseñar sin la práctica; se aprende a hablar hablando, a escuchar escuchando, a leer leyendo y a escribir escribiendo, con este fin, en el caso de primero y segundo grados de primaria, se proponen las actividades para pensar en el sistema de escritura para enriquecer la reflexión de los alumnos acerca de éste y que entiendan el funcionamiento de las letras y que puedan emplearlas para leer y escribir palabras.





Aprendizaje Significativo

Ausubel postula que el aprendizaje significativo implica una restauración activa de las percepciones, ideas, conceptos y esquemas que el aprendiz posee en su estructura cognitiva. El alumno es concebido como un procesador activo de la información y dice que el aprendizaje es sistemático y organizado ya que es muy complejo y no simples asociaciones memorísticas.

La importancia del aprendizaje significativo en el diseño de estrategias para impartir lectura y escritura radica en que este tipo de aprendizaje es flexible ya que las nuevas informaciones se relacionan de modo no arbitrario y sustancial con lo que el alumno ya sabe y una de las características de este aprendizaje es que toma en cuenta la motivación de los factores afectivos en los alumnos para la comprensión y los esfuerzos que requiere.

Los docentes deben utilizar una serie de recursos y métodos para tratar de captar la atención y el interés hacia el proceso de la adquisición de la lectura y la escritura.
Hay que recordar que en los primero años de escuela, la adquisición de conceptos y proposiciones se realiza por descubrimiento, para que exista un aprendizaje significativo debemos enseñar la lectura y escritura con temas que tengan sentido y relación utilizando un vocabulario de fácil comprensión y acorde a su nivel, ya que se ha descubierto que los niños aprenden a leer y escribir a medida que se encuentren y se interrelacionen con la lengua escrita, por lo tanto, su aprendizaje esta estrechamente vinculado a sus experiencias con lo escrito, así como, a la necesidad de hacer uso de la lectura y la escritura.

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**Escribir requiere intensa actividad cognitiva en situaciones de comunicación real.
La mejor estrategia para la enseñanza de la escritura es fomentar la lectura con ejercicios de profundización y comprensión de los textos leídos.
El alumno al leer o escuchar una lectura, deberá reconocer que todo texto tiene una finalidad, tienen una intención o un carácter comunicativo.

Vigotsky (1979, p. 177) sostiene que “la escritura debería poseer un cierto significado para los niños, debería despertar en ellos una inquietud intrínseca y ser incorporada a una tarea importante y básica para la vida». Por el contrario, de acuerdo a lo observado, la escritura se enseña en el aula, muchas veces en el pizarrón, como una habilidad motora que consiste en aprender a codificar palabras antes de pasar a la escritura de oraciones descontextualizadas y de textos cortos. En tal sentido, las prácticas de la mayoría de las situaciones analizadas no despiertan la necesidad de leer y escribir en los niños, sino que los llevan a la apropiación fragmentaria y arbitraria del código, sin que se favorezca una relación con verdaderos portadores de la cultura escrita; así, los alumnos no logran comprender de qué se trata leer y escribir como prácticas culturales complejas.

Algunas actividades que pueden implementar en el salón son las siguientes:
  •  Lectura y escritura del nombre propio y de los nombres de los compañeros.
  •  Lectura de las actividades de la rutina diaria.
  •  Alfabeto móvil: formar palabras con letras justas.
  •  Sobres con palabras que se han trabajado durante uno o varios proyectos.
  •  Tarjetas con palabras para formar enunciados.
  •  Juegos de mesa para anticipar lo que está escrito: memorama, oca, lince, lotería.
  •  Juegos para completar y anticipar la escritura de palabras: ahorcados, crucigramas, sopa de letras.
  • Fábrica de palabras: cartones con letras fijas y ventanas. Detrás de las ventanas se colocan tiras con letras que suben y bajan para formar palabras.